Se inició la construcción del reactor nuclear CAREM diseñado por la CNEA, que podrá satisfacer la demanda de energía de una población de 100.000 habitantes.

Por Ricardo De Dicco, Director Observatorio de la Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo (OETEC) y Coordinador de la Comisión Nuclear Metalúrgica de ADIMRA

El Proyecto CAREM-25 de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), organismo dependiente del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, se reactivó hace poco más de siete años y se está desarrollando en los Centros Atómicos de Bariloche, Constituyentes y Ezeiza, en la Sede Central de la CNEA y en el predio que ésta posee en Lima (partido bonaerense de Zárate), en proximidad de las centrales nucleares Atucha I y II.

El proyecto consiste en el desarrollo y construcción de un prototipo de reactor nucleoeléctrico de 27 MW de potencia que podrá satisfacer las necesidades de una ciudad de 100.000 habitantes, o bien ser empleado para múltiples propósitos: generación de energía para grandes aglomeraciones urbanas y parques industriales, provisión de vapor de diversos usos industriales, desalinización de agua de mar, o explotación hidrocarburífera y minera en locaciones remotas. Fue diseñado para operar un mínimo de 60 años, contará con novedosas características, tales como la integración dentro del recipiente de presión de todos los componentes del sistema primario, la utilización de uranio enriquecido a menos del 4%, la moderación y refrigeración con agua liviana, la implementación de sistemas pasivos de seguridad y de un sistema hidráulico de posicionamiento de barras de control. En Enero de 2014 comenzaron las obras civiles en el Predio Lima de la CNEA, inaugurándose el 8 de Febrero el comienzo de esta etapa. Se espera lograr la puesta en marcha del reactor antes de finalizar la década vigente.

Cabe destacar que, por solicitud del Ministerio de Planificación Federal a la CNEA, el prototipo CAREM-25 deberá alcanzar un mínimo de 70% de integración de componentes nacionales, en la que tendrán una participación estratégica las empresas que forman parte de la cadena de valor de la CNEA, como INVAP, CONUAR, FAE y Dioxitek, así como también empresas pertenecientes a las industrias metalúrgica y metalmecánica nacionales. En efecto, a principios de Diciembre de 2013 la CNEA adjudicó la construcción del recipiente de presión del reactor (RPR) a la empresa argentina Industrias Metalúrgicas Pescarmona S.A. (IMPSA). El suministro del RPR, sus estructuras internas y el montaje en la central nuclear asciende a AR$ 398 millones. Se estima que la inversión pública para la totalidad del proyecto demande alrededor de AR$ 3.500 millones

Es importante señalar que en 2009 fue promulgada la Ley 26.566, que declara de Interés Nacional la construcción y puesta en marcha del Prototipo CAREM-25, la construcción de una cuarta central nuclear (Atucha III) y establece las medidas correspondientes para la extensión de vida de la Central Nuclear Embalse. La inclusión del prototipo CAREM-25 en esta ley lo fortalece como proyecto prioritario entre las políticas energéticas de largo plazo y lo coloca definitivamente bajo la órbita de la CNEA (de esta forma el proyecto goza de un régimen de exenciones impositivas y beneficios especiales).

De acuerdo con la Gerencia CAREM de la CNEA, por su concepción, diseño e ingeniería aplicada, el CAREM-25 presenta dos aspectos esenciales que simplifican su construcción, operación y mantenimiento: a) Los sistemas pasivos de seguridad, que para accionarse dependen de las leyes básicas de la física -como la gravedad- y no de sistemas activos que requieren alimentación y mantenimiento adicionales; b) La integración de todo el circuito primario, parte del circuito secundario y los mecanismos de control en un solo recipiente de presión autopresurizado, lo que elimina bombas y otros dispositivos externos y disminuye la cantidad y tamaño de cañerías del sistema, reduciendo la posibilidad de ocurrencia de incidentes como la pérdida de refrigerante.

En suma, el Proyecto CAREM permitirá al país posicionarse a la vanguardia tecnológica del mercado internacional de reactores nucleares de baja y mediana potencia, ideales para cubrir una amplia gama de necesidades propias de los países en vías de desarrollo, y se convertirá en el primer reactor de potencia diseñado y construido por un país latinoamericano y del Hemisferio Sur, un hito que representará para la industria nuclear nacional una evolución respecto al posicionamiento y prestigio obtenidos por INVAP y la CNEA en el mercado internacional de reactores de investigación y producción de radioisótopos.